MAMIFEROS
CUADRUPEDOS
No sé si escriba “ñau”, o “miau”, lo que si se, es que es
media noche ya y esos condenados gatos no dejan de gritar como escuincles
llorando.
Según dicen que le cantan a la luna y alguna vez me comento
mi amigo el poeta Martin Campa, que esos animales son primos lejanos del hombre
lobo, además de ser compañeros de los fantasmas, enemigos del chupacabras, y
muy amigos de las brujas y lo desconocido, sobre todo los de pelaje negro y
ojos amarillos, además de ser rateros, pues aprovechan la noche para meterse a
las casas y robarse lo que puedan de comida.
Y yo por más
chiflidos, gritos y zapatazos que les aviento, no logro callarlos y solo me
distraen a la luna; ella que es la portadora de los mensajes amorosos a los enamorados, ella que es la que se encarga
de acortar las distancias, ella que es la musa perfecta para el escritor. Luna
hermosa que nos hace sentir románticos, esa luna que muchas veces he pensado
que solamente es mía y de nadie más, esa luna que inspira, que entristece, que
hace llorar y que a veces aconseja para tomar decisiones importantes, esa luna
que se mete por la ventana y entra silenciosa a tu cama.
Y estos mendigos mamíferos, cuadrúpedos, felinos de cuerpo
flexible, cabeza pequeña, largos bigotes y excelente visión nocturna, me vienen
a romper la inspiración
Lalo Vázquez G. 18 nov 15